viernes, agosto 27, 2010

Bajo la luz de 200.000 millones de Soles

Día y noche, luz y tinieblas...el azul cielo diurno y el negro firmamento nocturno. Nuestros sentidos y nuestra lógica nos indican que el Sol, y por efecto de reflejo, La luna, son las únicas fuentes de luz que iluminan nuestro mundo, las únicas que tiene la capacidad de eliminar o como mínimo debilitar la ocuridad cósmica que nos rodea. Ciertamente vemos muchos puntos luminosos que cúbren la bóveda celeste, pero no parecen nada más que un bello decorado de la noche..hermoso, inspirador, casi místico, pero solo eso. Es dificil pensar que esas diminutas chispas de luz celeste, tan lejanas y débiles que parpadean a causa de las turbulencias de nuestra propia atmósfera, puedan tener incidencia alguna sobre nosotros...

Y sin embargo, aunque se escapa a nuestros limitados sentidos, la tienen...con un largo tiempo de exposición y tratada digitalmente para apreciar mejor los detalles y compensar el desplazamiento aparente del firmamento fruto de la rotación terrestre, esta fotografía tomada desde Port Campbell National Park, Victoria, Australia, muestra como la luminosa Via lactea, de hecho el corazón de nuestra propia galaxia, es capaz de generar sombras en nuestro planeta.

Se necesitan, claro está, unas condiciones climáticas excelentes, con cielos claros, relativamente libre de nubes y nieblas altas, y sin que la Luna esté presente, e incluso así solo la elevada sensibilidad de las cámaras actuales pueden llegar a captar estas "sombras galácticas"...pero allí están. Y es que en las noches oscuras y despejada, aunque no nos demos cuenta, nos iluminan la luz de 200.000 Millones de Soles.


La luz del centro de nuestra galaxia ilumina las aguas Australianas...un hermoso recordatorio de que, lejos de ser el centro de todo, vivimos en la parte exterior de una inmensa ciudad de estrellas llamada Vía Lactea.

A Milky Way Shadow at Loch Ard Gorge

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