viernes, diciembre 13, 2013

La llamada de la lejana Europa

El telescopio espacial Hubble detecta posibles señales de la presencia de colúmnas de vapor de agua surgiendo del polo Sur de Europa.

¿Cual es, dentro del limitado escenario de nuestro Sistema Solar, el lugar fuera de La Tierra con más posibilidades de albergar algún tipo de forma de vida? Lo habitual es pensar en Marte, donde las señales de épocas más acogedoras y su parecido en muchos aspecto con nuestro planeta lo hacen inevitable. El esfuerzo para explorarlo por parte de las diversas agencias espaciales y las diversas misiones que en un futuro deberán buscar señales presentes o pasadas de su existencia no dejan de reforzar esa idea, pero para la gran mayoría de astrobiólogos no es el lugar más propicio, y en contra de lo que podamos imáginar sus miradas se dirige lejos del Sol, hacia los mundos exteriores, más concretamente hacia la gélida luna Europa.

¿Que tiene un lugar tan inóspito, tanto por el frío reinante como por la intensa radiación que lo rodea, para recibir tal consideración? La respuesta no está en la superficie, sino debajo de ella, donde, desde hace tiempo y especialmente después de la misión de la sonda Galileo, se considera más que probable que exista un océano de agua líquida (o al menos grandes masas de agua aisladas), fruto de su calor interno, del generado por las mareas gavitatorios de Júpiter y sus compañeras orbitales, o quizás por una combinación de ambos factores. Sus características superficiales parecen encajar, por su parecido con lo que observamos en las congeladas superficies de los océanos polares de La Tierra durante sus respectivos Inviernos, lo que convierte a esta luna joviana en uno de los principales objetivos en la búsqueda de mundos habitables, aunque por ahora la posibilidad de una exploración como la que estamos realizando en Marte sigue siendo más una leve esperanza futura que una posible realidad.

Pero como si Europa, como ocurría en las secuelas de 2001 escritas por Arthur C. Clarke, quisiera seguir ejerciendo sobre nosotros una lejana fascinación y una llamada para que algún día lleguemos hasta ella, ahora nos revela otra nueva faceta, esta vez a través del telescopio Hubble, que el pasado Diciembre de 2012, y mediante su Space Telescope Imaging Spectrograph (STIS) detectó lo que podría ser la débil luz ultravioleta emitida por una aurora en el polo sur de esta luna, producida por el intenso campo magnético de Júpiter que causa que las partículas alcancen velocidades tan altas que pueden dividir las moléculas contra las que colisionan. Sus colores delataron la presencia de iones de oxígeno e hidrógen. Es decir, el lógico fruto de la fragmentación del H2O.

"El descubrimiento de vapor de agua que es eyectado cerca del polo sur refuerza la posición de Europa como el principal candidato potencialmente habitable", dijo el autor principal Lorenz Roth del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Texas. Como Encelado, aunque con la diferencia que de momento solo se detectó Vapor de Agua, Europa parece tener también sus propios geisers, que parecen elevarse hasta 200 Kilómetros por encima de la superficie, menos altos que los de la pequeña luna de Saturno al tener un campo gravitatorio más intenso, pero que estarían liberando una cantidad de agua mucho mayor. "Llevamos a Hubble a sus límites para ver esta muy tenue emisión", explicó Joachim Saur,de la Universidad de Colonia. "Solo después de las reparaciones realizadas en el telescopio espacial del Telescopio Espacial Hubble por parte de la última misión de servicio del transbordador espacial obtuvimos la sensibilidad para buscar estas columnas".

"¿Se extienden los posibles respiraderos hasta un océano subsuperficial o las eyecciones provienen simplemente de hielo calentado por la tensionada fricción cerca de la superficie?" se pregunta Roth. Y ciertamente, de poder confirmase su existencia (de momento son pruebas indirectas y no se puede descartar por completo que sea simplemente "ruido" del propio instrumento) esto sería de importancia vital, ya que de ser lo primero implicaría que podríamos "tocar" directamente las aguas de este océno y analizar su composición.

Un de las claves para decidir la respuesta es que los supuestos géiseres solo han sido detectados cuando la luna está más lejos de Júpiter, mientras que no hay señal alguna cuando Europa se encontraba más cerca de Júpiter. "La variabilidad de la columna apoya una predicción clave de lo que deberíamos ver en este tipo de efecto de marea si hubiere un océano subsuperficial en Europa" señala Kurt Retherford,, del Southwest Research Institute. 

Nuevas observaciones deberán confirmar definitivamente o poner en serias dudas este descubrimiento, pero junto al reciente anuncio del descubrimiento de arcillas (filosilicatos) en los nuevos análisis de los datos que en su momento nos envió la sonda Galileo, posiblemente por consecuencia del impacto de un asteroide o cometa, y que implica que algunos de los bloques básicos de la vida están presentes en esta luna, estas nuevas noticias no dejan de aumentar aún más el interés por ella y la necesidad de explorarla algún día, a pesar que actualmente nuestra atención y presupuesto, entre otras cosas por ser mucho más accesible, se centra en Marte

La sonda europea JUICE, que debe lanzarse en 2022, visitará las lunas de Júpiter y sobrevolará Europa en diversas ocasiones a muy poca distancia, por lo que podría desvelar muchos detalles sobre su interior, aunque su objetivo final son Ganímedes y Calisto, que podrían también esconder océanos de agua bajo la superficie. Por otro lado la NASA sigue apoyando el desarrollo de la Europa Clipper, que como su nombre indica tiene precisamente como objetivo el estudio de esta luna y lo que en ella se esconde, y que debería partir en 2021, aunque como muchos otros proyectos futuros se enfrenta al poco interés por parte del actual inquilino de la Casa Blanca por la exploración planetaria, que es nula cuando miramos hacia el Sistema Solar exterior. El retraso que eso significaría, o directamente su cancelación, sería otro de las consecuencias negativas que dejaría trás de si la política actual.

La lejana Europa nos llama cada vez con mayor insistencia. Algún día tendremos que responder a ella. Agua líquida, calor y compuestos orgánicos es una combinación con posibilidades demasiado transcendentales para no hacerlo.

Sobrevolando los geisers de Europa.

Las observaciones realizadas por el Hubble superpuestas a una imágen de Europa. Como en el caso de Encelado estas hipotéticas plumas de Vapor de Agua surgen del Polo Sur.

Lo que observó el espectrómetro STIS del Hubble (izquierda) comparado con un modelo de lo que deberíamos ver ante la presencia de geisers de 200 Km de altura. Los parecidos son más que razonables.

La Europa Clipper es actualmente nuestra mayor esperanzada de explorar Europa y su interior de forma exaustiva, resolviendo de forma definitiva lo que allí se esconde. Aunque incialmente se pensó que entrara en órbita alrededor de esta luna actualmente se apunta más a que lo estaría alrededor de Júpiter, con repetidos sobrevuelos. Esta opción resulta más sencilla, económica y, lo que es más importante, la sonda no permanecería siempre dentro del duro ambiente que rodea a Europa, sumergida como está en los anillos de radiación jovianos, lo que alargaría su vida útil.

La exploración de Europa, algo que tarde o temprando debemos afrontar. Las posibilidades que esconde son demasiado trascendentales para dejarla de lado. 

¡Géiseres en Europa!

Europa: No Longer a "Should," But a "Must"

Descubren columnas de vapor de agua en la luna Europa 

Hubble Discovers Water Plumes Erupting from Europa

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta cuando una misión a Europa, cuando darán el si los cabezas pensantes, que mas pruebas necesitan para que merezca una misión.

HUGO PACILIO dijo...

Ojalá que la idea de construir Europa Clíper se siga desarrollando para el futuro y tener paciencia , en caso de construirse , para que llegue allá , a esperar ....