sábado, agosto 30, 2014

El enigma de otro mundo

Una extraña estructura en un meteorito marciano intriga a los científicos.

ALH84001. Este nombre se convirtió en 1996 en el epicentro de un supuesto descubrimiento transcendental, tan importante que el propio presidente de los EEUU por aquellos tiempos, Bill Clinton, convocó una conferencia en la Casa Blanca para anunciarlo al mundo: Se habían descubierto en este meteorito de origen marciano evidencias directas de antiguas formas de vida, el fósil de una bacteria del planeta rojo. El tiempo mostraría lo prematuro del anuncio, desvelándose numerosos "peros" que ponían grandes dudas sobre la realidad del descubrimiento. No lo descartaba, pero era evidente que podían existir otras explicaciones. Fue una lección para el futuro del que muchos investigadores, aunque no todos, tomaron nota.

Por ello el hallazgo de una extraña estructura, que recuerda, por su forma, a una célula microbiana dentro del conocido como meteorito Nakhla, descubierto en Egipto en 1911, es ahora tomado con mucha precaución por sus descubridores, que son los primeros en frenar posibles especulaciones, apuntando ellos mismos más hacia posibles procesos geológicos que biológicos:"El examen de los posibles escenarios bióticos para el origen de la estructura ovoide en Nakhla actualmente carecen de cualquier tipo de evidencia convincente. Por lo tanto, sobre la base de los datos disponibles que tenemos obtenido su naturaleza, llegamos a la conclusión de que la explicación más razonable para su origen es que se formó a través de procesos abióticos".

El ovoide hueco es de unos 80 micronas de largo por 60 micras de ancho, según los investigadores, mucho más grande que la mayoría de las bacterias terrestres, pero en el rango de tamaño normal para los microbios eucariotas de La Tierra. El equipo de estudio parece tener bastante claro que esta estructura es nativa de la muestra y no el resultado de una contaminación terrestre, uno de las opciones alternativas para explicar los "fósiles" de ALH84001. Los científicos estudiaron la estructura utilizando diferentes técnicas, incluyendo microscopía electrónica, análisis de rayos X y espectrometría de masas, revelando que se compone de arcilla rica en Hierro, así como otros minerales. La opción principal que se maneja es que esta se formó cuando los materiales llenaron parcialmente un espacio pre-existente (una burbuja de vapor, por ejemplo) en la roca.

Esta suposición no descarta la posibilidad de que las formas de vida marcianas tuvieron algo que ver con dicha estructura, explicaron los miembros del equipo."A pesar de la forma general extremadamente biomórfica del ovoide, es muy poco probable que en sí fuera un organismo", dijo el autor principal Elias Chatzitheodoridis, de la Universidad Técnica Nacional de Atenas."Sin embargo, se podría haber formado directamente por microorganismos, o podría haber sido una trampa para material orgánico llegado de otros lugares. Que el ovoide sea hueco significa que hay espacio suficiente para acomodar colonias de microorganismos".

Encontrar un vínculo firme con una hipotética forma de vida de Marte requeriría más estudios más y más descubrimientos. "Estaríamos encantados si pudiéramos encontrar más de un ovoide, con exactamente la misma textura, tanto en la micro como en la nanoescala", dijo Chatzitheodoridis. Reunir evidencias sería posible si encontráramos muchas de estas estructuras, claramente en la forma de una colonia, junto con firmas biológicas químicas y mineralógicas que son comunes para los microbios terrestres".

La búsqueda de señales de vida, presente o pasada, en Marte es el motor principal de la exploración del planeta rojo, siguiendo un camino marcado por los investigadores de la NASA, primero buscando pruebas de la pasada presencia de agua líquida en la superficie o cerca de ella, y después de entornos habitables tanto en este aspecto como en la química presente, que es precisamente el objetivo ya cumplido de Curiosity. Los 2 siguientes rovers (ExoMars y Curiosity 2.0) tendrán ya como meta su detección, sea directamente o en forma de biomarcadores dejados por ella. Y más allá se sigue soñando con una misión de recogida de muestras para llevarlas a La Tierra

Sería paradójico, por tanto, que ese descubrimiento finalmente ocurriera en nuestro propio planeta. No parece ser este el caso de Nakhla ni de ningún meteorito marciano. Al menos por ahora.

Microfotografía luminosa de la estructura oval(centro) en el meteorito de Nakhla.

La extraña estructura descubierta en ALH84001 y que llevó a un prematuro anuncio del descubrimiento de fósiles marcianos. Hoy día existen argumentos a favor y en contra de esta idea. 

Martian Mystery: What Is Odd Cell-Like Structure in Mars Meteorite?

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