martes, septiembre 29, 2015

Ecos acuáticos en el gélido Marte

La Mars Reconnaissance Orbiter ofrece evidencias definitivas de que existen flujos de agua líquida en la superficie marciana.

Su existencia es conocida desde casi el amanecer de la exploración del planeta rojo, primero en los casquetes polares, después justo por debajo de la superficie, como descubrió la Mars Phoenix, pero casi siempre en forma de hielo, el estado más natural para un mundo gélido y con una atmósfera tan tenue. También se encuentra en forma de vapor de agua en esta última, hasta el punto de saturación, aunque precisamente por ser tan exigua su presencia es igualmente ínfima. Pero no forma líquida. Señales de antiguas fuentes hidrotermales, ríos y lagos, todo ello estudiado sobre el terreno por Curiosity y Opportunity, muestran que si existió en ese estado en tiempos pasados en la misma superficie, algo imposible hoy día, dejando de lado los que pudiera producir durante unos instantes un acontecimiento puntual como es el impacto de un gran meteorito.

O al menos eso se creía hasta que la Mars Global Surveyor, equipada con su cámara MOC, primero, y la Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), con su aún más poderosa HiRISE después, desvelaron lo que actualmente se conocen como RSL (Recurring Slope Lineae) o líneas recurrentes en pendiente, unos estrechos barrancos que se extendían por las laderas inclinadas de grandes cráteres, siempre orientados hacia el ecuador (y recibiendo por tanto toda la luz solar posible), con líneas oscuras de entre 1 y 5 metros de anchura que aparecían en Verano, cuando las temperaturas llegaban a su punto máximo (hasta situarse algo por encima de los 0º) y se desvanecían al llegar el Invierno. Ni mucho menos todas se comportaban así, permitiendo en esos caso explicaciones alternativas, pero unos cuantos si que mantenían ese ciclo estacional, resistiendo cualquier otra hipótesis que no fuera lo impensable: Flujos de agua líquida.

Nuevas observaciones fueron reforzando esta idea, que ahora reciben un apoyo que podríamos considerar casi definitivo con los datos ofrecidos por el instrumentos CRISM (Compact Reconnaissance Imaging Spectrometer for Mars) de la MRO, que confirman que estas oscuras señales estacionales han sido generadas por agua salobre. No se detectó directamente dicha agua, pero si la delatora huella dejada a su paso. Parece que ahora si podemos decir que el agua líquida, aunque sea de forma esporádica en puntos concretos de la superficie, sigue haciendo acto de presencia hoy día.

Agua saturada de sales (perclorato de magnesio, clorato de magnesio y perclorato de sodio), lo que explica su capacidad de sobrevivir, aunque solo sea temporalmente, en la superficie de Marte, haciendo que su punto de congelación se sitúe en los -70 Cº, muy por debajo de las temperaturas que se alcanzan en Verano. En la Tierra podemos observar un ejemplo de ello cuando, en pleno Invierno en las zonas más frías, se lanzan sales en las carreteras para fundir la nieve. Algo parecido pasa en Marte, aunque aquí los protagonistas son los percloratos, cuya abundancia en el planeta rojo fue una de las mayores sorpresas ofrecidas por la Mars Phoenix.

Cual es el origen de esa agua salobre sigue siendo un misterio. Existen dudas de que su fuente sean reservas de hielo de agua subterránea, pero que lo sea la propia atmósfera tampoco parece convincente, porque implica unas cantidades que difícilmente esta puede suministrar. Quizás existen otros mecanismos aún no conocidos, algo que se nos escapa, recordándonos que estamos lejos de comprender la naturaleza de este mundo. Y finalmente, como no podía ser de otra forman, están las implicaciones para la potencial habitabilidad del planeta, parecen aumentar de forma exponencial con este descubrimiento, aunque nuevamente hay que poner esto en cuarentena, ya que los percloratos no son precisamente un elemento que se lleve bien la vida tal y como la conocemos, aunque en la Tierra existen algunos microorganismos unicelulares capaces de utilizarlos como fuente de energía.

En definitiva, aunque ni mucho menos un descubrimiento inesperado ni que represente un cambio radical en nuestra visión de Marte, ya que desde hace tiempo se consideraba que esa era la explicación más probable a lo observado y Curiosity había detectado condiciones ambientales en Gale que permitirían la formación de una fina capa de agua líquida durante la noche, precipitada de la atmósfera, estos últimos datos de la Mars Reconnaissance Orbiter le han dado unas evidencias sólidas y un impulso que podemos dar por definitivo.

Algunos ejemplos de RSL (Recurring Slope Lineae) que parecen seguir un ciclo estacional y que ahora se refuerza la idea de que tiene en el agua salobre su origen.

Las RSL confirmadas. La mayoría se sitúan en el hemisferio Sur, donde parecen existir mayores reservas de hielo, y orientadas hacia el ecuador, por lo que reciben la máxima luz solar durante el Verano.

Mars Phoenix aterrizó en la zona polar norte, encontrando evidencias de agua congelada justo por debajo la superficie, así como gran cantidad de percloratos, toda una sorpresa para los científicos. Pero lo más extraño fue la presencia de lo que parecía una gota de agua en una de sus patas de aterrizaje, imágen que creo un fuerte debate. Ahora, con estos nuevos descubrimientos, que lo fuera realmente parece posible.

Recreación en 3D de una de estas zonas con líneas recurrentes a partir de los datos de CRISM y imágenes de HiRISE. 

NASA Confirms Evidence That Liquid Water Flows on Today’s Mars

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